Hace 40 años, Kees plantó las semillas de lo que hoy es TerraSana. Como hijo de tendero, fue educado en el sabor puro y en lo que los alimentos ecológicos hacen a las personas y a la naturaleza. Su amor (casi) innato por la comida real sin aditivos está en el corazón de la alimentación positiva. TerraSana ya no cabe en la buhardilla donde empezó, pero sigue siendo un negocio familiar de gente con la alimentación positiva en su ADN.